DEFENSAS PIDIERON LA ABSOLUCIÓN DE LOS SIETE EXPOLICÍAS ACUSADOS DE LA MASACRE DE WILDE

DEFENSAS PIDIERON LA ABSOLUCIÓN DE LOS SIETE EXPOLICÍAS ACUSADOS DE LA MASACRE DE WILDE

Las defensas pidieron la absolución de los siete expolicías acusados de matar a cuatro personas en el juicio por la denominada «Masacre de Wilde», un emblemático caso de «gatillo fácil» sucedido en ese partido bonaerense en 1994, informaron hoy fuentes judiciales.

Los alegatos que las defensas realizaron ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora, integrado por los jueces Marcelo Hugo Dellature, Luis Miguel Gabián y Claudio Fernández, finalizaron ayer, al cabo de cuatro jornadas realizadas durante este mes.

Todos los defensores solicitaron las absoluciones de los acusados.

Los imputados son los excomisarios Roberto Mantel y Eduardo Gómez, el exoficial Osvaldo Lorenzón, el exsubteniente Pablo Dudek, los exoficiales Julio Gatto y Marcelo Valenga y el excabo Marcos Rodríguez quienes llegaron al debate en libertad y acusados de asesinar a Edgardo Cicutín, Roberto Corbo, Gustavo Mendoza y Enrique Bielsa y de intentar matar al único sobreviviente Claudio Díaz.

Roberto Fernández, defensor oficial de Gómez y Lorenzón, durante su alegato del 9 de noviembre pasado, pidió «absolver libremente» a sus defendidos y dijo que «hubo legítima defensa porque se agredió al personal policial y éste repelió».

El 11 de este mes, en tanto, fue el turno de la abogada oficial Liliana Martínez, quien representa a los procesados, Mantel, Gatto y Dudek, quien también pidió la absolución para ellos.

«Sería un escándalo jurídico que después de tantos años y sin nuevas pruebas se de un giro de 180 grados», señaló la defensora, en referencia a lo dicho por la Cámara de Apelaciones de Lomas en los fallos, que benefició la postura de los expolicías.

Por su parte, el lunes último fue el turno de los abogados José Manuel Ubeira y Javier Leira, que intervienen en conjunto por el procesado Valenga y que también pidieron que su defendido sea dejado en libertad.

Por último, ayer alegó la abogada oficial María Celeste Vázquez, quien representa a Marcos Ariel Rodriguez, y que dijo a los jueces que «no se ha acreditado de ninguna forma la participación» de su defendido en los hechos».

«Aplicar una pena después de 28 años no es justicia, sino venganza», consideró la letrada de Rodriguez, quien fue detenido en septiembre de 2014 en Córdoba luego de permanecer 20 años prófugo en la causa de «La Masacre de Wilde», por la que después estuvo bajo arresto domiciliario hasta que fue excarcelado el 10 de marzo de este año.

Fuentes judiciales dijeron a Télam que todos los alegatos de las defensas coincidieron en criticar el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires que ordenó en noviembre de 2013 dejar sin efecto todos los sobreseimientos.

Tras concluir los alegatos, el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo 25 de noviembre, cuando se desarrollarán las réplicas por parte de la fiscalía y los particulares damnificados y las contrarréplicas por parte de la defensa.

Si bien no está aún confirmado, el veredicto podría darse a conocer el 5 de diciembre próximo, tras las últimas palabras de los acusados, o el 12 del mismo mes, añadieron los informantes.

La «Masacre de Wilde» ocurrió el 10 de enero de 1994 y tuvo como víctimas al remisero Corbo y a sus pasajeros, Mendoza y Bielsa, quienes viajaban a bordo de un Peugeot 505, y al vendedor de libros Cicutín, que se trasladaba en un Dodge 1500, conducido por Díaz, el único que sobrevivió al ataque.

Los cinco fueron atacados a tiros por efectivos de la Brigada de Investigaciones de Lanús que al parecer los confundieron con delincuentes y les dispararon cerca de 200 veces.

Todos los exefectivos afrontan cargos por los delitos de «cuádruple homicidio simple y un homicidio simple en grado de tentativa», por la única víctima del ataque que sobrevivió.

De acuerdo a los peritajes, los vehículos involucrados y las víctimas recibieron unos 200 impactos de bala calibre 9 milímetros disparados con pistolas y al menos un subfusil Uzi.

En principio, los policías que intervinieron en el hecho fueron detenidos, aunque la Cámara de Apelaciones y Garantías los sobreseyó y liberó.

Además de quienes ahora van a juicio, estaban imputados el comisario César Córdoba, Carlos Saladino y Hugo Reyes, (ya fallecidos), todos integrantes de la brigada cuyo subjefe era el entonces comisario y actual abogado Juan José Ribelli, procesado y luego absuelto por el atentado a la AMIA y quien no estaba en el país cuando ocurrió el hecho y el exsubteniente Marciano Gonzalez, que quedó fuera del proceso por incapacidad mental, luego de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV).

Tras apelaciones de familiares de las víctimas, en 2003 y en 2007 volvieron a ser sobreseídos por la misma medida.

No obstante, la causa siguió su curso hasta la Suprema Corte de Justicia bonaerense, que en 2013 ordenó reabrir el expediente y anular los sobreseimientos.