El dueño de una carnicería del partido bonaerense de Hurlingham fue secuestrado por una banda que lo capturó en la puerta de su comercio y lo liberó cinco horas más tarde tras negociar con la familia y cobrar un rescate de 2.000 dólares y 280.000 pesos, informaron fuentes judiciales.
El hecho tuvo como víctima a un comerciante de 66 años -su identidad se mantiene en reserva para resguardarlo-, propietario de una carnicería ubicada sobre la calle Gorriti, del barrio Mitre, de Hurlingham, en el oeste del conurbano. Según las fuentes, la víctima se encontraba ayer sana y salva.
Todo comenzó pasadas las 16 del miércoles, cuando el hombre llegó caminando desde su domicilio cercano a la carnicería, para reabrir el local por la tarde, y fue interceptado en la puerta por un grupo de delincuentes armados que lo amenazaron, lo subieron a un vehículo y se lo llevaron cautivo.
Los captores se comunicaron con la familia para avisar que lo tenían secuestrado y un hijo y una hija de los cuatro que tiene la víctima, asumieron el rol de negociadores con los delincuentes.
La familia hizo la denuncia ante la Policía y, al tratarse de un secuestro extorsivo, en el caso comenzó a intervenir el fiscal federal de Hurlingham, Santiago Marquevich, que a su vez es el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese).
A nivel policial, el fiscal federal puso a trabajar a los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón.
Tras poco más de cinco horas de cautiverio, la familia acordó con los captores el pago de un rescate de 2.000 dólares y 280.000 pesos, que se efectivizó a las 21.30 del miércoles en la localidad de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, en el sur del conurbano.
El comerciante fue liberado cerca del sitio del pago luego de que la banda huyera con el dinero del rescate.
«Estamos trabajando para identificar a los delincuentes. Por el momento no descartamos ninguna hipótesis: pudo ser un hecho al voleo o que la banda tuviera algún tipo de información sobre la víctima para elegirla para este secuestro», dijo una fuente judicial directamente ligada a la investigación.
La causa quedó caratulada como «secuestro extorsivo agravado por el cobro del rescate».