LA DIÓCESIS DE QUILMES RECORDÓ A NOVAK, SU PRIMER OBISPO, EN LA VÍSPERA DEL 22º ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO

LA DIÓCESIS DE QUILMES RECORDÓ A NOVAK, SU PRIMER OBISPO, EN LA VÍSPERA DEL 22º ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO

En la víspera del 22° aniversario de fallecimiento del Siervo de Dios Padre Obispo Jorge Novak, primer obispo de Quilmes, el sábado 8 de julio la diócesis lo recordó con una misa en la Catedral de Quilmes, que estuvo presida por el Padre Obispo Carlos José Tissera, con el lema “Siervo de Dios Padre Obispo Jorge Novak: Derechos humanos, legado y misión”. Lo acompañaron el obispo auxiliar de la Diócesis, Eduardo Gonzalo Redondo, el obispo emérito de Quilmes, Luis Teodorico Stöckler, el obispo de Avellaneda-Lanús, Marcelo (Maxi) Margni, el obispo emérito de Río Gallegos y residente en la diócesis de Quilmes, Juan Carlos Romanín sdb, un grupo de sacerdotes y diáconos de la diócesis, y gran cantidad de fieles.

Monseñor Tissera, en su homilía, compartió que “desde niño, Jorge Novak se enamoró de Jesús y su Palabra. Sintió en el corazón el llamado de llevar su nombre a lejanas tierras […] La Historia de la Iglesia fue su pasión. Sabiamente conocía que el alma de la Iglesia es el Espíritu Santo. En su familia había recibido la semilla del evangelio, sembrada con el ejemplo de sus padres y abuelos. El Concilio Vaticano II avivó en él la esperanza. Una Iglesia pueblo de Dios, misionera por esencia, defensora de la dignidad de la persona humana, criatura preciosa de Dios. Una Iglesia ecuménica, en diálogo con el mundo contemporáneo”.

El Obispo de Quilmes recordó que “a poco de iniciada la dictadura militar de 1976, es creada esta diócesis de Quilmes y Jorge Novak es elegido y nombrado su primer obispo. Inexperto en el servicio episcopal diocesano, sin conocer a nadie, empieza a dar sus primeros pasos de pastor en esta ribera del Río de la Plata. Empieza a escuchar. Su alma de humilde, de pobre, hace que se le acerquen esas personas que estaban estigmatizadas y silenciadas por la omnipotencia de las armas: los familiares de los desaparecidos. Atinó sólo a abrir las puertas del obispado, para escucharlos, enjugar sus lágrimas y rezar con ellos y por sus hijas e hijos desaparecidos. Empezó a correr la suerte de los pobres, de los que estorban, de los ‘distintos’ o ‘diferentes’, los que tienen otra voz. Aprendió a escuchar, y a ser voz de los que no tienen voz. En una sociedad que estaba dominada por el miedo y la desconfianza, Novak confió sólo en Dios, y en el amor de su pueblo”.

Además, Tissera dijo que “este año, en diciembre, se cumplen los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El Padre Obispo Jorge Novak para conmemorar los 50 años de la misma, celebró una Eucaristía en esta Catedral, el 20 de diciembre de 1998. En su homilía leemos: «El Magisterio de la Iglesia sobre los Derechos Humanos ha sido mi guía obligada en la acción pastoral que hube de desplegar en estos 22 años…».”

En la misa también estuvieron presentes el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, la directora de Cultos de la municipalidad de Quilmes, Mariana Rodríguez, el ex embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Cúster, el pastor emérito de la Iglesia del Río de la Plata y amigo de Novak, Arturo Blatezky, y una de las hermanas del primer obispo de Quilmes.

Para culminar la jornada, luego de la misa el Coro Estable de la Universidad Nacional de Quilmes y Coral de la Rosa, ofrecieron un encuentro coral para homenajear a Novak.