Evasión fiscal y precarización laboral
Facturó 323 millones de pesos en un año, tenía a todos los trabajadores sin registrar y el taller no estaba habilitado.”
El “siga siga” de una parte del sector empresarial de este país no deja de sorprender a propios y extraños.
Los mismos que repiten a boca de jarro que “en Estados Unidos tenés que pagar todo” acá dejan librada “la imaginación” para montar talleres y galpones totalmente ilegales.
La nueva conducción de la UOM sabe que parte del trabajo cotidiano es lidiar con estos seudoempresarios siempre provistos de buenas relaciones para pasar desapercibidos evadiendo impuestos.
Para combatir este flagelo desde la sede de Rodolfo López 52, echan mano a una de las tantas frases célebres de quien fuera tres veces presidente de la Nación. “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”
Así las cosas, y luego de varias pesquisas coordinadas con el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, la Administración Federal de Ingresos Públicos y la UOM de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela se dio con la locación del empresario en cuestión.
En términos administrativos, la denuncia a la UOM llegó bajo la carátula “Aleación Metalúrgica” ubicada a metros de la intercepción de las avenidas Monteverde y Mosconi.
La primera inspección no obtuvo los resultados esperados, ya que los titulares de esa firma se negaron a colaborar.
Fue necesaria la intervención de la AFIP para poder descubrir el cúmulo de irregularidades detectadas en el establecimiento.
El organismo fiscal ya había comenzado una investigación confidencial luego que detectara inconsistencia en la facturación.
Frente a la magnitud del operativo, el verdadero responsable de la firma no tuvo más remedio que hacerse presente.
Las inconsistencias contables y laborales llegaron a tal punto, que quien se adjudica la titularidad de los tres talleres metalúrgicos inspeccionados, solo tiene dos empleados registrados.
Para entender la escala de la defraudación al fisco que llevada adelante este seudoempresario, solo en la inspección ocular se detectaron 27 trabajadores no registrados y una facturación anual del 2022 que supera los 320 millones de pesos.
Es de tal magnitud las irregularidades que hasta la propia municipalidad de Quilmes clausuró los galpones porque no poseía ningún tipo de habilitación.
Si bien el operativo concluyó con éxito, desde la Afip y desde la organización sindical adelantaron que las investigaciones seguirán.
Tanto el organismo público como la entidad responsable de velar por los intereses de las y los trabajadores sospechan que detrás de este empresario se teje una red de proveedores y subcontratistas que buscan, en este tipo de talleres, abaratar costos a fuerza de evasión fiscal y trabajo precarizado.
En off, ya adelantan que los talleres inspeccionados le hacen trabajos a reconocidas firmas metalúrgicas cuyos titulares son encumbrados representantes de “los intereses empresariales”
Continuará…