La Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) presentó esta semana los informes técnicos sobre calidad de agua, hábitat, biodiversidad y aire de la cuenca hídrica Matanza-Riachuelo realizados por el organismo en 2022, en el que se analizaron los resultados de numerosas muestras para evaluar los niveles de contaminación en la zona.
El documento de calidad de agua superficial y sedimentos contiene los principales resultados de la campaña realizada por el organismo en agosto de 2022, en la que se monitoreó el estado de las distintas subcuencas a lo largo de 35 puntos, indicó el organismo a través de un comunicado.
La campaña se realizó junto al Instituto Nacional del Agua (INA) en toda la Cuenca Hídrica Matanza Riachuelo, que incluyó 65 puntos en los que se tomaron muestras y donde se efectuaron mediciones de caudales (aforos) en 20 de los sitios.
«La información que surge de cada monitoreo ambiental nos permite, por un lado, evaluar el impacto que van teniendo las distintas acciones integrales que realizamos desde el inicio de la gestión para sanear y recomponer la Cuenca y, por el otro, continuar planificando intervenciones y políticas públicas que sigan contribuyendo a ese gran objetivo», subrayó el presidente de Acumar, Martín Sabbatella.
Un parámetro que presentó varios puntos conflictivos y valores altos durante la pandemia de Covid-19, pero también recientemente con valores elevados en varias secciones, fue el de grasas y aceites, medido a partir de SSEE (Sustancias Solubles en Éter Etílico).
Sin embargo, el informe señaló que en las últimas campañas su valor relativo decayó en general, hasta valores no detectables, es decir, por debajo del límite de detección.
Los resultados también arrojaron que en otros metales como cadmio, plomo o níquel, los valores están nuevamente por debajo de los límites de detección en cada caso.
Las excepciones se producen en zinc, para algunos casos donde se llega a registrar el valor, siendo el más relevante el que se dio en agosto 2022 para la estación de medición ubicada en el río Matanza.
Asimismo, los valores de hidrocarburos se muestran siempre menores al límite de cuantificación, mientras que no se observan valores significativos en metales.
En esta campaña también calcularon el Índice de Calidad de Hábitat de Arroyos Urbanos (USHI) en 56 sitios distribuidos en Cuenca Alta, Media y Baja, lo que permite diagnosticar el estado ambiental de los sistemas fluviales muestreados.
Por otro lado, se publicó el informe integrado del estado de la calidad del aire, realizado entre septiembre y noviembre de 2022, en el que se incorporan los resultados generados tanto por la red de monitoreo del organismo, como por la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires (APrA) en el ámbito de la Cuenca.
Los resultados indicaron que en tres de los puntos de muestreo manual distribuidos en Puente La Noria, Puente Alsina y Desembocadura Riachuelo, los valores registrados durante el período evaluado para monóxido de carbono (CO) y dióxido de nitrógeno (NO2) se encontraron por debajo de los límites admisibles establecidos.
Finalmente, también se pueden encontrar datos del monitoreo de primavera en los humedales prioritarios de la Cuenca Matanza Riachuelo (Lagunas Saladitas, Santa Catalina, Laguna de Rocha y Humedales de Ciudad Evita).
El informe puede consultarse en el sitio https://www.acumar.gob.ar/monitoreo-ambiental/informes/