El padre de la beba de 21 días que falleció de un paro cardíaco en un hospital de la localidad bonaerense de Ciudad Evita y que había estado detenido junto a su esposa como responsables de la muerte, denunció que ayer fue «intimidado» y «amenazado» por efectivos de la policía bonaerense en la puerta de su casa cuando estaba por dirigirse a un canal de televisión, informaron fuentes judiciales.
«Ahora están con custodia de Gendarmería Nacional las 24 horas, es increíble, fueron directamente a apretarlo», dijo el abogado Miguel Ángel Racanelli, representante de la pareja.
Según la denuncia presentada en las últimas horas ante el fiscal Claudio Fornaro, el hombre aguardaba un taxi para dirigirse a un programa televisivo este mediodía, cuando llegó un móvil del Comando de Patrullas de La Matanza.
Los efectivos le pidieron la documentación y lo palparon de armas sobre el patrullero, por lo que un sobrino que vio la situación le avisó a la familia y su hermana llamó al abogado Racanelli.
«El personal policial no quiso identificarse y llegaron refuerzos, cinco móviles por nada. Le decían ‘este es un malandra y lo vamos a llevar preso’, le retuvieron el documento y no se lo devolvieron», precisó el letrado.
Ante ello, el padre de la beba ingresó corriendo a su casa y como no había ninguna orden de detención los policías se retiraron.
Tras la intervención de la fiscalía general de La Matanza, Gendarmería lo trasladó para que radicara la denuncia por «amenazas agravadas» y quedó con custodia.
«Creo que lo buscan es intimidar», añadió Racanelli.
Es que esta misma semana, el abogado solicitó a la Justicia que se investigue cuál fue la razón por la que los efectivos, tanto de la comisaría de Altos de Laferrere como de la dependencia de San Alberto, no cumplieron la orden del juez que disponía que los padres de la beba fallecida tenían que estar aislados del resto de los reclusos.
El letrado sostuvo que a sus defendidos “los entregaron y los hicieron moler a palos”, por lo que hizo una denuncia por tortura física y psicológica.
A su vez, el abogado indicó que presentará una denuncia contra el personal médico que realizó el primer diagnóstico que indicaba un presunto abuso sexual y, además, contra la directora del hospital Balestrini de La Matanza.
Según el abogado, el diagnostico emitido por los médicos fue “tendencioso”.
“Fue una crueldad absoluta lo que hicieron a partir del informe erróneo de los médicos”, sostuvo Racanelli.
Las autoridades del Hospital Balestrini de La Matanza aseguraron que la beba había llegado al hospital el martes 7 de febrero por la mañana con un paro cardíaco y que, tras quedar internada en terapia intensiva, falleció a las pocas horas.
En ese marco, los responsables del área de pediatría y de neonatología denunciaron que la beba presentaba lesiones compatibles con un abuso sexual.
De esta manera, se dio intervención a la fiscal Silvana Breggia, de la Fiscalía Especializada en Conflictos Derivados de la Violencia Familiar y de Género y Delitos contra la Integridad Sexual de La Matanza, quien dispuso la aprehensión de los padres de Alison Barrientos Rivero.
Tras permanecer cinco días detenidos, los padres de la beba fallecida fueron liberados el sábado a pedido del abogado defensor, luego de que la autopsia determinó que la recién nacida sufrió una asfixia mientras era amamantada.
La decisión fue tomada por el juez de Garantías 3 de La Matanza, Rubén Ochipinti, quien decretó el cese de la detención de dos jóvenes de 24 y 26 años, quienes estaban presos desde el martes pasado como acusados de la muerte de su beba.
Voceros judiciales informaron que la liberación de ambos se precipitó luego de que se conociera el informe preliminar de la autopsia.
En la necropsia tampoco se hallaron lesiones que pudieran inferir una muerte traumática o indicativas de un presunto abuso sexual, tal como esgrimieron las autoridades del hospital Balestrini de La Matanza.