La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que no será «mascota del poder por ninguna candidatura» en estas elecciones, confirmando su decisión de no ser «candidata a nada» anunciada el año pasado, y reiteró que lo que considera una «proscripción» en su contra no es hacia una persona sino al «peronismo».
En un comunicado que difundió en sus redes sociales, la Vicepresidenta ratificó la postura que había manifestado el 6 de diciembre de 2022, cuando advirtió que no sería «candidata a nada», y añadió que su decisión de entonces no fue «apresurada ni producto del momento» sino «razonada y pensada».
Y apuntó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación al sostener que si se postulara existe la posibilidad de que los jueces de ese tribunal la «inhabiliten» y le «saquen cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al peronismo en absoluta fragilidad».
En su carta de ayer, la expresidenta sostuvo que no será «mascota del poder por ninguna candidatura» y destacó la importancia de «privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal».
A la vez, consideró «imprescindible más que nunca» concretar la «construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable».
La publicación de la Vicepresidenta se conoció pasadas las 18.30, minutos después de que finalizara un congreso del Partido Justicialista (PJ) en el microestadio de Ferro Carril Oeste en el que había habido una fuerte aclamación por una candidatura suya.
Pero la Vicepresidenta planteó que cuando en diciembre último habló de «proscripción» no era un «ejercicio de artes adivinatorias», sino la «comprensión de la etapa histórica que estamos atravesando».
«Así como tres personas lo hicieron con las provincias de Tucumán y San Juan, no tengan dudas de que lo harán contra mi persona con el fin de evitar que el peronismo pueda participar del proceso democrático, o bien debilitarlo, conduciéndonos a un callejón sin salida», sostuvo en referencia a las resoluciones de la Corte Suprema que impidió los comicios en esos dos distritos.
En esa línea, prosiguió: «No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral».
«Los hechos recientes me han dado la razón», dijo, y exhortó a «ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar», lo que identificó como una «candidatura prohibida por el Partido Judicial».
«Porque, frente a una derecha cuya única propuesta es arrebatar derechos, el peronismo sigue siendo el espacio político que garantiza la defensa de los intereses del pueblo y de la Nación», señaló.
Sobre algunos jueces del Poder Judicial, añadió: «Los conozco, sé como piensan, como actúan y como van a actuar. Los he visto a lo largo de la historia y experimenté su juego en carne propia y de mi familia, con una persecución atada con precisión quirúrgica al calendario electoral».
En la extensa misiva, Fernández de Kirchner evaluó que «la pérdida de la democracia económica comienza a partir de 2016 cuando el Gobierno de Cambiemos, recién asumido, daba inicio a un brutal nuevo ciclo de endeudamiento externo que culminaría con el retorno del Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de un préstamo insólito, inédito y político, cuyo objetivo no sólo era ayudar a ganar las elecciones a ese ‘gobierno amigo»‘, sino también permitir la retirada en dólares de los fondos de inversión especulativos».
La exmandataria reseñó que el consiguiente «marco de brutal endeudamiento en dólares y el carácter bimonetario de la economía argentina, que se suma a la ya histórica restricción externa y a la compulsión por la formación de activos en dólares en el exterior, inevitablemente coloca en rojo la cuenta corriente de nuestro país que, ante la escasez de dólares, siempre termina con la inflación descontrolada, corridas cambiarias contra la moneda nacional, devaluación y más inflación».
También lamentó que «los fantasmas del pasado hayan vuelto a la realidad política argentina», al apuntar que «durante 2022 vimos cómo la violencia verbal y simbólica que desde hace años venía siendo implantada en la sociedad por los medios de comunicación hegemónicos, se materializó en la calle a través del accionar de grupos violentos que agredían, insultaban y amenazaban de muerte con bolsones mortuorios, guillotinas, antorchas, piedras y escraches».
Tras apuntar que el «objetivo» de esos grupos «no era contra todos los partidos» sino contra el «peronismo», la Vicepresidenta rememoró que «la culminación de ese accionar tuvo lugar aquel 1 de septiembre de 2022» cuando intentaron asesinarla en la puerta de su casa.
Por último consideró que «desde 2016 el Partido Judicial funciona como una task force de Juntos por el Cambio (JxC) y los grupos económicos concentrados para producir la eliminación de sus adversarios políticos».
«Nos provocan desde esta fachada de justicia y democracia mutilada y pretenden que caigamos en el terreno que ellos quieren: la violencia y la intolerancia. Nos tratan como enemigos y utilizan frases como ‘eliminarnos’ o ‘terminar con el kirchnerismo’. Nosotros no somos eso y creemos firmemente que en la democracia hay adversarios, no enemigos», insistió.
Por eso juzgó «imprescindible más que nunca» la «construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable».