El gobernador bonaerense Axel Kicillof aseguró que «el camino no es menos Estado sino con más Estado» y abogó porque a partir del 10 de diciembre el país tenga un Presidente con «sensibilidad, capacidad de trabajo y coraje para hacer lo que hay que hacer», atributos que asignó al ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa.
«Necesitamos que Sergio Massa sea el Presidente de los argentinos», señaló Kicillof en la localidad bonaerense de Escobar, durante la inauguración de varios hospitales del PAMI.
El mandatario provincial se refirió también a la necesidad de que coexistan el Estado y el mercado, al cuestionar que desde algunos sectores busquen instalar una «falsa contradicción» entre ambos, como si fueran antagónicos, algo que se encargó de desmentir.
«Cuando uno ve la historia de nuestra provincia, hay cosas que el mercado hace muy bien y otras que no hace ni por causalidad. La empresa busca ganancia, rentabilidad; el privado que invierte busca retorno, ganancia. Aquí (en Escobar) nadie prohibió al privado que construya un hospital pero el hospital no apareció, porque no es negocio», argumentó.
Y sostuvo que el Estado debe intervenir en áreas en las que no se prevé una ganancia pero que involucran a la «necesidad de millones de personas», como en «salud», «educación», «vivienda», «asfalto», cuestiones en las que «tiene que aparecer la sociedad organizada y eso se llama Estado», insistió.
«Donde hay una necesidad pero no hay negocio tiene que venir el Estado a garantizar el derecho de millones de personas a tener condiciones dignas de vida», amplió durante el acto que encabezó el propio Massa.
Además, el gobernador calificó como un «orgullo» el hospital de PAMI inaugurado en Escobar, junto a otros similares en Hurlingham, Ituzaingó y Lanús, y luego destacó que en su gestión, junto a los centros de salud de la obra social de los jubilados, se estrenaron «cinco grandes hospitales», se incorporaron «275 ambulancias» y se abrieron «154 centros de atención primaria de la salud».
«Podemos hacer tanto porque venimos de un gobierno de derecha neoliberal que paró obras, que vació el sistema de salud», añadió en referencia a la gestión de su predecesora, María Eugenia Vidal, aunque reconoció: «Estamos haciendo muchísimas cosas pero es mucho lo que falta».
En cuanto al debate sobre el rol del sector público, Kicillof advirtió que las necesidades de la sociedad que restan cubrir no podrán ser satisfechas «con menos Estado sino con más Estado».
Sobre esas discusiones, alertó que la resolución de esa polémica se dará en las urnas: «Hay mucho en juego y no es con ajuste que se hacen más hospitales. Y menos cono dinamita o motosierra (en alusión a las propuestas ultraliberales de La Libertad Avanza), sino con inversión pública al servicio de las necesidades del pueblo».
«Vamos a seguir por ese camino», prometió luego.
Finalmente, llamó a los candidatos de Unión por la Patria a hacer un esfuerzo hasta el 22 de octubre para sumar voluntades y «tirar con todo».
En ese sentido, señaló que en las próximas elecciones algunos sectores intentarán recuperar espacio «porque hay negocios que se están perdiendo», pero, alertó, «sobre todo porque no conciben que un Estado trabaje al servicio de la gente».
En cuanto a las prioridades de un hipotético nuevo mandato, dijo que si es reelecto invertirá «hasta el último recurso en seguridad, educación, salud, infraestructura» y todo lo que sea necesario «para garantizar la felicidad del pueblo y la grandeza de la provincia y de la Nación».
Kicillof, que ayer cumplió 52 años y fue saludado en las redes por su esposa Soledad Quereilhac, se refirió también a ese dato de la vida personal y, a modo de broma, comentó: «Nunca me habían traído cuatro hospitales para un cumpleaños, como hizo Luana (Volnovich titular del PAMI)».