MULTITUDINARIA PARTICIPACIÓN EN LA PEREGRINACIÓN DE LA DIÓCESIS DE QUILMES

MULTITUDINARIA PARTICIPACIÓN EN LA PEREGRINACIÓN DE LA DIÓCESIS DE QUILMES

El domingo 10 de septiembre la Diócesis de Quilmes peregrinó a Luján, y llevó a los pies de la Virgen sus intenciones y agradecimientos. Con el lema “Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján” miles de fieles de las comunidades de la diócesis, sacerdotes y diáconos estuvieron presente en esta 45ª edición junto con el Padre Obispo Carlos Tissera, titular de la diócesis, que celebró su 72º cumpleaños.

El sol acompañó la mañana en la plaza General Belgrano, al frente de la Basílica. El Obispo de Quilmes se unió al repudio de los dichos insultantes que un candidato presidencial propinó al Papa Francisco, y pronunció que “es necesario seguir fortaleciendo, con nuestro compromiso, el estilo de vida democrático que hace 40 años el pueblo argentino reconquistó con mucho sufrimiento y dolor, como lo atestiguó la vida y el ministerio de nuestro querido Padre Obispo Jorge Novak”.

Además, el Padre Obispo Tissera, al hablar de la insistencia del primer Obispo de Quilmes en hacer operativa la fe por la caridad y de sus obras como la casa de Caridad “Juan Pablo II” y los hogares “Madre Teresa de Calcuta”, recordó que “las huellas que marcó nos comprometen a seguir andando, sin sacar los ojos de Jesús”.

En la homilía también se dio el tiempo para compartir el audio con la salutacicón a la diócesis del Obispo Auxiliar de Quilmes, Eduardo Gonzalo Redondo, que ayer se encontró con el Papa Francisco en Roma en el curso para Obispos. Y habló del camino sinodal diocesano que se vine realizando en sintonía con la Iglesia universal: “A partir de octubre, los tres obispos y miembros del Consejo Sinodal Diocesano nos reuniremos con las hermanas y hermanos de cada decanato. Serán muy lindos encuentros, con un mínimo de 15 personas de cada parroquia… La convocatoria es amplia y libre”.

Monseñor Tissera dio gracias, también, por los 40 años de Cáritas Quilmes, cuya fiesta central será el 29 de septiembre, por los 40 años del Seminario diocesano, en donde invitó a rezar “por nuestros seminaristas y por quienes están a cargo de su formación […] por las vocaciones en la Iglesia y para que la pastoral vocacional sea parte integrante de la vida de nuestras comunidades parroquiales”, y pidió oraciones “por los que no han venido y nos pidieron recordarlos, especialmente a los enfermos y mayores”.

La fiesta diocesana continuó en el predio de los maristas, donde se llevó a cabo el almuerzo comunitario, y la jornada finalizó con el rezo del Rosario y la bendición final. Toda la jornada estuvo teñida con un clima de alegría y fiesta.