JOVEN AGREDIDO POR GUARDIAS DE UN BOLICHE EN QUILMES DIJO QUE EN ESE LUGAR SON REITERADAS LAS PELEAS

JOVEN AGREDIDO POR GUARDIAS DE UN BOLICHE EN QUILMES DIJO QUE EN ESE LUGAR SON REITERADAS LAS PELEAS

Un joven de 23 años fue golpeado en su cara y cráneo por guardias de seguridad del boliche «Diversión» de la localidad bonaerense de Quilmes, lo que derivó en su traslado a un hospital local, mientras su familia realizó la denuncia policial porque, según contó el joven, «suelen meter a los pibes en un cuarto y los matan a piñas».

«Yo quiero que se haga justicia, que identifiquen a los que le pegaron a mi hijo y los saquen de ese boliche», dijo el padre del joven agredido, Daniel Lantelme, quien realizó la denuncia policial en la comisaría novena de Quilmes.

Agustín Lantelme, oriundo de la localidad bonaerense de Florencio Varela, dialogó con Télam sobre la agresión recibida por guardias de seguridad del boliche ubicado en General Mosconi 4596 de Quilmes, cuando fue a bailar el domingo pasado.

«Estoy con dolores en la cara y no puedo hablar mucho», dijo tras aclarar que fue la primera vez que fue a bailar a ese boliche, porque sus amigos insistieron, aunque no quería, porque «siempre se agarran a piñas ahí».

«Estábamos en el vip, y yo estaba re tranquilo, al bajar las escleras se me cayó una copa arriba del pie de un patovica y me empezó a pegar piñas en la cara, diciéndome que a mi me gustaba pegarle a la gente, y después me agarraron de los brazos, me bajaron la cabeza y me empezaron a pegar como seis de ellos», relató Agustín, quien estuvo internado un día y medio en el Hospital subzonal Materno infantil de Quilmes.

Asimismo, el joven agregó: «Muchos me escribieron diciéndome que les pasó lo mismo, que los meten en un cuarto y los matan a piñas, yo creo que zafé porque estaba mi amigo atrás y les pedía que me dejaran, hasta que me sacaron a la calle».

Lantelme, padre, contó que su otro hijo le avisó sobre lo sucedido a la madrugada y le confirmó que sus amigos habían llevado a Agustín al Hospital.

Tras ser dado de alta, el joven se encuentra esperando una nueva consulta para ver si los médicos le tienen que practicar una cirugía maxilofacial y debe declarar sobre lo sucedido en la comisaría local o en la fiscalía.