El comisario mayor de la policía bonaerense Francisco Centurión, detenido en el marco de la causa por la desaparición de Lucas Escalante y el crimen de su amigo Lautaro Morello, en diciembre del año pasado en el partido de Florencio Varela, continuaba ayer internado por el disparo que recibió en el tobillo cuando se resistió a ser apresado, en tanto el fiscal de la causa aguardaba el alta médica del acusado para avanzar con la indagatoria, mientras se avanzaba con operativos en los que se secuestraron teléfonos celulares, que ahora serán analizados.
Así lo consignaron fuentes judiciales, quienes precisaron que Centurión -desplazado inmediatamente de la fuerza- pasó la noche en observación en el Hospital Maternal «Mi Pueblo» de Florencio Varela producto de la herida de bala que recibió en un tobillo cuando el lunes intentó darse a la fuga de su casa quinta ubicada en la Calle 1538 al 600, de la localidad de La Capilla, en el momento en que iba a ser detenido.
Además, fuentes de la investigación indicaron que se secuestraron teléfonos celulares al acusado, a algunos allegados y a los dos principales apresados por el hecho que ahora serán analizados.
Una vez que el policía sea dado de alta, será trasladado a la Alcaldía de la Policía Federal Argentina (PFA) en la calle Cavia al 3300, del barrio porteño de Palermo.
Luego de entrevistarse con su abogado defensor, posiblemente sea convocado para este miércoles para brindar declaración indagatoria ante el fiscal Daniel Ichazo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Berazategui.
El disparo que recibió y por el cual fue internado, fue «intimidatorio», realizado por personal de la federal en el momento en el que se disponía a concretar la detención ordenada en el marco de la causa que investiga la desaparición de Lucas Escalante y el crimen de su amigo Lautaro Morello en diciembre pasado.
«La bala rebotó en el piso e impactó en el tobillo del comisario», dijo una fuente de la causa.
El fiscal Ichazo imputó a Centurión, a quien lo apodan «Coco» y fue durante años jefe de la Delegación Drogas ilícitas de Quilmes, por los delitos de «sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia».
En tanto, el lunes por la noche culminaron una serie de allanamientos en los que se secuestraron teléfonos celulares a Centurión y a algunas personas de su entorno, como así también pertenencias del ahora expolicía.
Los procedimientos estuvieron a cargo de agentes de la PFA, quienes incautaron el teléfono móvil que Centurión tenía consigo en el momento de ser detenido.
Fuentes judiciales confirmaron que otro de los aparatos incautados se encontraba en un bolso de mano junto a documentación, tablets, tres cajas fuertes y cerca de cinco mil dólares.
«Anoche -por el lunes- terminamos con allanamientos al clan Centurión», afirmó ayer un investigador de la causa.
A raíz de los procedimientos, fueron incautados también los celulares de la novia, la expareja y de las dos hijas del comisario mayor, como así los de su hijo Cristian y sobrino Maximiliano Centurión, detenidos en la Unidad 35 y 28 del penal bonaerense de Magdalena, respectivamente, quienes son los principales imputados por el homicidio de Morello y la desaparición de Escalante.
«Ninguno quiso desbloquear el celular», confió una fuente de la causa.
El procedimiento en el que el ahora desplazado comisario mayor Francisco Centurión fue detenido el lunes por la mañana estuvo a cargo de personal de la División Homicidios de la PFA.
Los efectivos policiales se presentaron en la casaquinta de la Calle 1538 al 600, de la localidad de La Capilla, partido de Florencio Varela, propiedad de Centurión y la cual ya había sido allanada en varias oportunidades por los investigadores, ante la sospecha de que allí pudieron haber sido privadas de la libertad las víctimas por sus agresores.
Según las fuentes policiales y judiciales, al llegar los federales, Centurión -quien al momento de la desaparición de Escalante y Morello se desempeñaba en el área de enlace con Interpol-, se resistió a la detención y terminó herido de un balazo en un tobillo.
Por la desaparición de Lucas y el homicidio de Lautaro, además de los ya mencionados Cristian y Maximiliano Centurión, hijo y sobrino del comisario mayor ahora internado y detenido, también está apresado el exjefe de la seccional de Bosques, comisario Sergio Enrique Argañaraz, por el encubrimiento del caso, ya que los investigadores establecieron que este jefe policial se negó el 10 de diciembre de 2022 a recibirle la denuncia por «averiguación de paradero» a la madre de Lucas, quien en ese momento era buscado junto a Lautaro.
Lucas fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Lautaro (18) para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, «semicalcinado y en avanzado estado de descomposición» y, según la autopsia, la muerte se produjo por «asfixia mecánica».
De acuerdo con la investigación, el último destino en el que quedó acreditado que estuvieron los dos amigos, en base a la declaración de testigos y por el análisis de cámaras de seguridad, fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en Bosques.