Un suboficial de la Policía Federal Argentina (PFA) mató de un balazo a un presunto delincuente con el que se tiroteó cuando intentó robarle el auto en la puerta de su casa de la localidad bonaerense de Villa Luzuriaga, donde se hallaba junto a su mujer, integrante de la misma fuerza de seguridad, informaron fuentes policiales y judiciales.
El hecho ocurrió ayer por la mañana, poco antes de las 6, en Guido Spano y Mocoretá, de esa localidad del partido de La Matanza, cuando la pareja de policías sacaba el auto del garaje de su casa y fue abordada por tres delincuentes que llegaron a bordo de un Fiat Uno de color verde con fines de robo.
El policía, que cerraba el portón del garaje, al advertir que los ladrones se acercaban a su mujer, se identificó y extrajo su arma reglamentaria, tras lo cual efectuó dos disparos en presunta respuesta a los tiros que efectuaron los asaltantes desde el auto, añadieron los voceros.
Uno de los proyectiles impactó en el hombro derecho de uno de los sospechosos, que cayó herido y murió en el lugar, donde se halló un arma de fuego de utilería.
El fiscal Carlos Arribas, de turno en La Matanza, trabajaba ayer en el lugar y tomaba declaración a los miembros de la pareja de policías.
De acuerdo a la información obtenida hasta el momento, cuando fueron asaltados ambos policías estaban con ropas de civil y franco de servicio.
Un video de una cámara de seguridad de una vivienda vecina -al que tuvo acceso Télam- registró el momento en el que la pareja de policías sacaba el auto del garaje y, al bajarse el hombre para cerrar el portón, se aproximaron los ladrones en un vehículo que había pasado instantes y que dio la vuelta en U para regresar e interceptar a las víctimas.
El hecho se produjo a tres cuadras de donde la noche del pasado martes delincuentes asaltaron a una familia y le robaron el auto aborde del cual se encontraba una beba de 3 meses.
Ese episodio sucedió en frente a una casa situada en Garibaldi 4.480 y los asaltantes, al advertir que la beba estaba en el auto robado, detuvieron la marcha y la arrojaron con la sillita al asfalto para luego escapar.