Cinco policías comenzaron a ser juzgados en Bahía Blanca, acusados de haber incumplido sus deberes de funcionarios públicos en el marco de la investigación por el homicidio de Ángel Almada, un estudiante de 17 años que fue asesinado a golpes en la localidad de Ingeniero White en marzo del 2016 y por cuyo crimen no hay detenidos ni sospechosos, ya que desde el principio los policías plantaron la hipótesis de un supuesto suicidio.
Se trata de los policías Andrés Emir Mansilla, Gustavo Federico Rafael Cevallos, Marcelo Fabián De La Rosa, Claudia Elizabeth Olivera y Lidia María Magalí Ayala, quienes comenzaron a ser juzgados por la jueza en lo Correccional 3 de Bahía Blanca, Susana González La Riva, por el delito de «incumplimiento de los deberes de funcionario público».
En el mismo juicio, que se desarrolla en una de las salas ubicadas en el Palacio de los Tribunales de Bahía Blanca, está siendo juzgado un exdelegado municipal de Ingeniero White, llamado Marcelo Héctor Acosta, quien está acusado del delito de «usurpación de autoridad, títulos y honores en Bahía Blanca».
Según la investigación a cargo del fiscal Marcelo Romero Jardín por el homicidio de Almada, se registraron irregularidades en el trabajo que debían llevar a cabo los policías, ya que existió un «notorio direccionamiento de los testigos que prestaron declaración en la seccional de Ingeniero White con la intención de lograr el rápido cierre de la investigación con una hipótesis de suicidio».
«Lamentablemente pasó mucho tiempo, logramos llegar hoy a juicio, esperemos probar la hipótesis que consiste que no hubo aplicación de protocolo para estos casos, que se intentó cerrar esta causa como un suicidio y que además hay graves irregularidades como insertar frases que los testigos no dijeron en las actas testimoniales en comisaría», dijo el fiscal en la apertura del juicio.
Según Romero Jardín, «no se preservó el lugar del hecho, se envió a dos agentes policiales que tenían escasa instrucción y que hacía poco tiempo que estaban en la dependencia policial y no fueron funcionarios de jerarquía a cubrir el hecho. Además, los agentes se perdieron y cuando llegaron, ya estaban retirando a Ángel Almada que estaba con vida».
Almada fue hallado en la madrugada del 5 de marzo de 2016 por un sereno del ferrocarril, bajo un puente peatonal en Ingeniero White, con traumatismo de cráneo y tórax, y fue trasladado a un centro asistencial donde murió a los tres días de permanecer internado.
En un primer momento se pensó que el adolescente se había suicidado, pero debido a una pericia realizada por la Gendarmería Nacional se determinó que se había tratado de un crimen, sin que hasta el momento haya sospechosos o detenidos.
En el marco de la jornada declaró Silvia, madre de Almada, quien relató cómo fueron las primeras horas desde que una amiga de su hijo la llamó para saber si había llegado a su casa tras retirarse de una fiesta durante la madrugada hasta que se enteró que su hijo estaba herido en un hospital.
Las fuentes indicaron que luego declaró el policía Cevallos, uno de los imputados, quien contó sobre las funciones que llevaba a cabo en la comisaría y las responsabilidades que tenía.
«Entre otras cuestiones aclaró que la autoridad la tenía el comisario Mansilla, que era quien también decidía lo que se hacía en cada tarea y quién debería llevarla a cabo», agregó el vocero consultado.
También y en el marco del juicio declararon familiares y conocidos de Ángel Almada, una psicóloga y un psiquiatra.