Vecinos de Bernal Oeste se movilizarán este jueves para impedir el desalojo del Club Social y Deportivo Zapiola, que funciona en un predio que le fue cedido hace 40 años por su dueño y cuyos herederos ahora reclaman.
«El club se fundó el 12 de abril de 1987 por el impulso de todo el barrio, pero el terreno lo teníamos desde varios años antes. Era un basural que los vecinos limpiaron y luego hablaron con el dueño, que donó el predio porque le gustó la idea de fundar un club», contó la presidenta de la institución, Gabriela Figueroa.
«Es más, en su momento el dueño mismo nos acompañó a la municipalidad para darnos la tenencia», agregó.
Ubicado en la Avenida Pedemonte entre 191 y 192 de Bernal Oeste, el Zapiola creció como muchas entidades de barrio: con el esfuerzo de los vecinos, que en su caso aportaron desde decenas de camiones de tierra para nivelar el terreno hasta dinero de sus bolsillos para levantar el club y poner en marcha sus actividades.
Sin embargo, en 2003 los herederos del antiguo dueño se presentaron ante la Justicia para reclamar el predio.
El proceso judicial estuvo paralizado durante años y en 2018 los vecinos del barrio impidieron una orden de desalojo dispuesta por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
El expediente pasó luego por todas las instancias y llegó a la Corte Suprema de la Nación, hasta que, días atrás, el Juzgado Civil y Comercial 6 de Quilmes volvió a ordenar su desocupación.
«Estamos con un recurso de queja ante la Corte nacional que le dio tratamiento y se encuentra en la vocalía cuarta, pero esta acción no suspende el trámite en primera instancia. Entonces estaríamos ante el escenario de un posible desalojo para este jueves, 15 de diciembre, aún cuando después la Corte decida lo contrario», afirmó el abogado de la institución, Esteban Corrales.
Así, vecinos, dirigentes, deportistas, organizaciones e instituciones, con el apoyo de la Unión Nacional de Clubes de Barrio, preparan una marcha para este jueves para impedir el desalojo.
«En el Zapiola tenemos fútbol infantil, femenino y veteranos, boxeo y zumba. Se dictan talleres de dibujo, manualidades, clases del plan FINES y prestamos las instalaciones para las secundarias 36 y 46, a las que asisten más de 250 alumnos», contó Figueroa.
Y cerró: «También brindamos nuestro espacio a iglesias, organizaciones y al municipio para distintas actividades. Desde el comienzo de la pandemia se abrió un Punto Solidario, que entrega módulos alimentarios para familias de la zona. En este lugar participan más de dos mil vecinos, por eso tenemos el acompañamiento de tanta gente para que el club siga existiendo».