La Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo presentó los avances del plan para que en el año 2030 las exportaciones superen los US$ 181.000 millones, apalancadas en los crecimientos de los sectores energético, minero, de servicios y manufacturero.
De alcanzarse esa suma, las ventas externas se habrían más que duplicado entre 2021 y 2030, al pasar de US$ 87.415 millones a US$ 181.429 millones, un incremento absoluto de US$ 94.014 millones, en base a las proyecciones de la cartera de Industria.
La propuesta, denominada «Plan Argentina Productiva 2030», también persigue los objetivos de generar más de 3,5 millones de empleos privados registrados, reducir el desempleo al 5% y la pobreza hasta el 18%, y disminuir la indigencia un 70% hasta el 3%.
Los indicadores fueron presentados por el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, y por el titular del plan, Daniel Schteingart, al cumplirse un año del lanzamiento del plan, en el marco de un encuentro con la prensa realizado en la sede de la cartera.
«No queremos que este sea un plan más; lo hicimos con protagonistas de cada sector y lo avalaron con técnicas de los planes modernos; tiene objetivos y contempla todas las aristas», enfatizó De Mendiguren.
En la ocasión, el funcionario aprovechó para destacar los buenos indicadores en materia productiva y de actividad económica, a pesar de que “nos agarraron las 7 plagas de Egipto: la pandemia, la guerra, la inflación y la deuda heredada, ahora la sequía”.
De Mendiguren resaltó que en ese adverso contexto «la maquinaria agrícola tiene el mayor nivel de producción de los últimos 25 años; la economía del conocimiento fue récord de crecimiento en cuanto a personal calificado ocupado y exportaciones; el segmento de utilitarios también es récord; así como lo fue en 2022 el despacho de cemento».
Por su parte, Schteingart definió al plan como «la hoja de ruta para el desarrollo de la Argentina».
Para el especialista en desarrollo económico, «el problema de Argentina en las últimas décadas es la imposibilidad de crecer en forma sostenida», con lo cual, proyectó, «si podemos duplicar las exportaciones, la economía puede crecer 30% per cápita desde acá al final de la década y destrabar su restricción externa».
“Este no es un plan de laboratorio. Hicimos más de 300 encuentros y entrevistas con distintos actores tanto del sector productivo, universitario, tecnológico, de la sociedad civil. La mayoría está de acuerdo por dónde ir ”, agregó el sociólogo.
Consultado por los medios respecto a la participación de dirigentes de la oposición en el proceso de trabajo, Schteingart dijo que “tuvimos reuniones con gente de la oposición y en la mayoría de los temas hay muchos puntos de contacto. Hay más consenso de lo que se cree”.
En materia exportadora, la iniciativa proyecta un fuerte salto en el sector energético del 604%, al pasar de los US$ 5.101 millones vendidos al exterior en 2021 a los US$ 35.907 millones que alcanzaría en 2030.
El rotundo cambio de la dinámica en el sector estaría explicado por el auge de Vaca Muerta en petróleo, el desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL) y el incipiente desarrollo del Hidrógeno Verde.
La minería, por su parte, crecería un 491% entre los US$ 3.243 millones comercializados en 2021 y los US$ 19.174 millones que se estimaron para 2030.
Asimismo, el auge y consolidación del litio, el cobre y el potasio posibilitarían el aumento de los saldos exportables.
En tercer lugar, en base a las proyecciones, las exportaciones de servicios subirán un 235% desde los US$ 9.428 millones vendidos en 2021 a US$ 31.578 millones a comienzo de la próxima década, gracias al dinamismo de los servicios basados en el conocimiento (SBC) y a la expansión del turismo.
En tanto, las manufacturas de origen industrial (MOI) escalarán un 86% entre 2021 y 2030 hasta los US$ 33.839 millones de la mano, principalmente, de la duplicación de las exportaciones automotrices y de nuevas inversiones en petroquímica derivadas del auge de Vaca Muerta.
También será importante la expansión de la foresto-industria (celulosa y papel).
Finalmente, la agroindustria contribuirá al crecer un 18,5% entre puntas y lograr ventas por unos US$ 60.931 millones.
El trabajo estimó que el incremento exportador en ese sector será posible gracias al aumento de las cantidades producidas vía mejoras tecnológicas (riego, fertilizantes, biotecnología) y al creciente peso de las proteínas animales en la canasta.
En relación a la tarea que le compete al sector público para alcanzar los objetivos planteados, Schteingart resaltó la importancia de distintas leyes (algunas ya sancionadas y otras en agenda) y de distintas políticas en materia de financiamiento, infraestructura, desarrollo de proveedores, capacitación, entre otras.
El “Argentina Productiva 2030” es una propuesta que fue lanzada a fines de marzo del año pasado y ahora, tras un año de trabajo, quedó sistematizada en 12 documentos con más de 3000 páginas en total que pueden leerse en la página del Ministerio.
La iniciativa incluye múltiples recomendaciones de política pública y se estructura a partir de 11 misiones centrales como Duplicación de exportaciones, Transición ambiental, y digitalización, entre otras.
«Creemos que la Argentina sale produciendo y lo que hace falta es liberar la energía productiva del país», concluyó De Mendiguren.