El foco de atención política del PRO se trasladó a la estratégica provincia de Buenos Aires, donde macristas y larretistas no logran aún consensuar una estrategia común, a poco más de un mes para el cierre de listas de cara a las PASO de agosto, y mientras siguen atentos a si el gobernador bonaerense Axel Kicillof desdoblará las elecciones provinciales de las nacionales.
De hecho, la pelea de fondo entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta no logra generar consensos en ningún distrito del país.
En la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de que el PRO repitió en más de una oportunidad que quieren enviar a las PASO a un solo candidato, siguen aún lanzados Jorge Macri y Fernán Quirós; mientras que en la provincia de Buenos Aires el panorama se presenta como aún más complejo.
Larreta sostiene como candidato a gobernador a Diego Santilli, quien en las encuestas previas aparece recortado del resto, mientras que Bullrich sostiene en ese distrito a Javier Iguacel, Joaquín de la Torre y Néstor Grindetti.
Bullrich sumó una complicación extra y es que, tras la declinación presidencial de María Eugenia Vidal, su candidato a gobernador, Cristian Ritondo, se está acercando al espacio de la exministra.
De hecho es muy probable que la propia Bullrich lo termine consagrando como su propio candidato en territorio bonaerense.
Los intendentes bonaerenses, que miran todo este armado con preocupación, mantuvieron una reunión con Larreta el miércoles pasado, en el que pidieron un urgente acuerdo de la cúpula amarilla para definir un solo candidato a la gobernación.
Creen que las peleas de dirigentes y también la creciente influencia de la propuesta del precandidato presidencial de la Libertad Avanza Javier Milei en muchos distritos bonaerenses que hoy gobierna el PRO amenazan su continuidad en muchas intendencias.
Los intendentes le piden a Larreta, y también a Bullrich, poder defender sus boletas municipales llevando como candidatos en la boleta a los dos presidenciables del espacio, cuestión que aún tampoco fue saldada.
La sugerencia del gobernador Axel Kicillof de que analiza desdoblar los comicios en el distrito más poblado del país también pone en alerta a los intendentes bonaerenses de Juntos por el Cambio.
Kicillof convocó a las PASO bonaerenses el mismo día que las nacionales, el 13 de agosto, pero aún no fijó la fecha de los comicios generales para elegir gobernador en el distrito más grande del país.
Algunos interpretan que esto favorecería a la coalición opositora, ya que en comicios bonaerenses separados de los nacionales no estaría la imagen de Javier Milei encabezando las boletas libertarias.
Milei aún no señaló quién será su candidato a gobernador bonaerense y algunos precandidatos a intendentes del PRO, sabiendo que en algún momento serán descartados, ya coquetean con el líder libertario.
La pelea de fondo entre Macri y Larreta es por el poder pero también por los alineamientos políticos: Macri no soporta la alianza que Larreta construyó con los radicales y que son una de las claves del proyecto presidencial del alcalde porteño.
Si bien el expresidente se bajó de su propia postulación, sigue jugando fuerte en los armados partidarios, e incluso hay quienes insinúan que los «halcones» del PRO aún analizan algún tipo de alianza con Milei.
La mayoría de los actores del PRO creen que el escenario ideal sería consagrar antes de las PASO un candidato por categoría: un solo candidato a presidente, un solo candidato a la Ciudad y un solo candidato a la gobernación bonaerense.
Creen que si esto no ocurre, Milei podría ser el candidato individual que saque más votos en las PASO, en la medida en que Juntos por el Cambio divida sus votos entre Bullrich y Larreta.
Si bien en dos reuniones -una en la casa de Jorge Triaca en San Isidro y otra en Palermo- el PRO pactó en los últimos días una tregua a su interna, esto no se tradujo de momento en acuerdos políticos para limitar las listas de candidatos.
La imposibilidad de gestar un acuerdo incluso generó que todavía el PRO no haya aprobado la inclusión del economista liberal José Luis Espert a Juntos por el Cambio, algo que sus socios de coalición hicieron de inmediato.
Por último, el fallo de la Corte Suprema de Justicia que suspendió las elecciones en Tucumán y San Juan, al cuestionar las postulaciones de Juan Manzur y Sergio Uñac, generó al menos un efecto aglutinador en una oposición fracturada por la disputa de candidaturas.
Y desde el punto de vista político, la ilusión ya no de ganar en ambas provincias, sino al menos de mejorar la performance electoral de Juntos por el Cambio.
Por Damián Juárez para Télam