Las distribuidoras eléctricas metropolitanas Edenor y Edesur deberán informarle al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) todos los reclamos de sus usuarios al igual que las interrupciones en sus servicios, como parte de una readecuación de bases de datos y de modalidad que el organismo dispuso a través de la resolución 886/2023 publicada en el Boletín Oficial.
A través de dicha disposición, el ENRE ordenó que tanto Edenor como Edesur deberán informales de los reclamos de los usuarios “por todos y cada uno de los canales de comunicación, incluyendo redes sociales”, además de la información sobre las interrupciones de suministro en los diferentes niveles de tensión.
El nuevo esquema busca simplificar y uniformar la tramitación, controlando, al mismo tiempo, que las empresas reestablezcan eficientemente el suministro.
La normativa también establece la readecuación de las bases de datos de seguimiento de interrupciones y de reclamos que posee el ENRE en su área de sistemas, con el objetivo de evaluar “la respuesta técnica y operativa” que las distribuidoras brindan ante los cortes y reclamos.
Edenor y Edesur también deberán informar los eventos de creación de documentos de reclamos al igual que los cierres de los mismos “en debido tiempo y forma”.
El ENRE dispuso que en los próximos 30 días se pondrá en servicio “el nuevo motor de base de datos y procedimiento de declaración de eventos”, y luego comenzará a regir el nuevo régimen, el cual tendrá evaluaciones mensuales respecto del nivel de cumplimiento.
Una vez abierto el reclamo, a las dos horas de ingresado en la base de datos de interrupciones, las distribuidoras contarán con 3 horas para verificar el estado y responder.
En caso de no haber respuesta o modificación de situación que implique que el usuario continúe sin suministro. a las cinco horas de los plazos máximos fijados quedará configurado el corte como “prolongado” y será pasible de sanción.
El cargo será automático y se fijará a partir de un reporte que se emitirá desde la propia base de datos de interrupciones, según señalan los documentos del ENRE.
El lunes, el ENRE dio por terminada y publicó un informe respecto de la auditoría técnica integral realizada a Edesur por un equipo interdisciplinario con motivo de los cortes que hubo en el último verano.
En el informe remitido se dio constancia de “sobradas pruebas de incumplimientos sistemáticos de las obligaciones establecidas por el contrato de concesión”, según señaló un comunicado del organismo regulador.
«El sistema funciona al límite, de forma sobre exigida, bajo la amenaza constante de que cualquier falla mínima puede escalar y desencadenar un apagón masivo por tiempo indeterminado», sostuvo el interventor del ENRE, Walter Martello, en la introducción del documento.
Entre las deficiencias encontradas se encuentra la falta de instalaciones capaces de satisfacer el crecimiento de la demanda de energía en el área de concesión, la calidad precaria del servicio con cortes que, a veces, superan las 24 horas; un sistema de atención que obliga a reiterar sin éxito los reclamos; y “cortoplacismo en la toma de decisiones, que atenta contra todo proyecto de optimización estructural del servicio”.