En la previa de las elecciones es natural una dolarización de carteras, no solo para inversores minoristas sino para banca y fondos. ¿Que disparó el dolar? ¿Hay que preocuparse?
Recientemente en una entrevista radial mencioné que la lógica te decía que debías subir las tasas para desalentar la dolarización de carteras, medida de manual. El gobierno optó por repetir el aumento de encajes bancarios, medida similar adoptada en julio del 2014 cuando en aquel entonces el ministro de economia Axel Kicillof instruyó a Fabrega a emitir la circular A5600, para que el Banco Central implemente la medida.
Dato de color, meses antes Axel Kicillof promovió una devaluacíon del peso próximo al 20% cuyo pase a precios demoró pocos meses y el gobierno reaccionó a destiempo. En esta ocasión, si bien es interesante desde la narrativa política que sea el oficialismo vía Luis Caputo quien repita lo mismo que Axel Kicillof, también es cierto y justo mencionar que la reacción fue casi instantánea.
Al aumentar los encajes, en un contexto donde los bancos por diversos motivos no renovaron su voto de confianza en el rumbo económico y lo evidenciaron dejando posiciones liquidas, dichas posiciones fortalecieron volumen de contratos de dolar futuro que ya muestran un dolar cercano a los 1500 pesos para diciembre según Rofex.
Ahora bien, seamos objetivos, esto no significa que el modelo económico se agotó, pero si es una alarma importante para un gobierno que vaticinó que la afluencia de dolares bajaria el tipo del cambio al piso de la banda de flotación (sucia) y en una renovación del tesoro, le tiraron abajo el discurso del dolar planchado. ¿Encontraron los bancos la forma de presionar al gobierno?
Tiene sentido, si el gobierno aumentaba las tasas, de algun lado deberia salir la masa monetaria para «cancelarla», aumentando los encajes el gobierno le quita munición de liquidez al sistema financiero… aunque encarece el crédito porque los pesos tendrían mayor escasez.
¿Y EL INDICE MERVAL?
Después de todo, se trata de confianza y expectativas. Las acciones de mayor aforo del mercado, es decir Banco Galicia y la petrolera YPF, presentan cotizaciones inferiores a enero de este año. Si «TMAP» como dicen algunos, es curioso que el mercado no lo refleje y los inversores incluso financieros -o golondrinas especulativos- no tomen posiciones hacia el equity argentino. Lo que a principio de año se vió como una estadística corrección de verano, terminó siendo una tendencia bajista que ni aún las buenas noticias del frente externo incidieron, como el arreglo con el FMI o incluso una victoria legislativa en CABA, incluso quienes leyeran en las acciones una actualización via inflación en terminos estrictamente de precio, se llevarían una sorpresa, sus acciones no los cubrieron nisiquiera de la inflación a lo largo del 2025 que estamos.
Una cosa es clara, el mercado tuvo una sobre reacción cuando triunfó Milei, pero se estancó al leer el armado político cuyos protagonistas están demasiado lejos de la conducción de un país y mas cerca del circo narrativo. ¿O acaso imaginariamos que el head portfolio manager de un fondo de cobertura esta mirando las nimiedades de algunos influencers anabolizados algoritmicamente y no las reservas netas del BCRA o el endeudamiento del tesoro?
-aumentar posición en CEDEARs, puede mitigar el riesgo de mayor devaluacíon y mantenerse invertido, hasta que pase la tormenta- diría un asesor financiero a sus clientes.