El Pastor y la Pastora Kupec ungieron a nuevos Ministros.
El Pastor Esteban y la Pastora Sandra Kupec ungieron nuevos Ministros en la Iglesia Del Centro en Berazategui.
En su predica el Pastor Kupec realizó un paralelo con la Iglesia primitiva en la cual no soslayó la muerte del mártir cristiano «Esteban» (Hechos 7), y se sucedieron acontecimientos previos que tenía que ver con el crecimiento de la Iglesia y en las cuales los discípulos de Jesús debieron agregar a 7 diaconos (Hechos 6), al Ministerio para atender a las viudas y así ellos poder predicar las «Buenas nuevas».
luego de designar a los 7 Diaconos los Apóstoles contaron predicando.
Luego en ese contexto arrestan a Esteban y lo matan a pedradas (Hechos 7).
Haciendo lo propio y parafraseando el hecho bíblico escrito en Hechos (capitulo 6) el Pastor Kupec dijo «Ante el crecimiento de nuestra Iglesia nos vimos en la necesidad de nombrar Ministros, tal como ocurrió en ña Iglesia Primitiva».
La ceremonia se realizó el pasado sábado 5 de octubre a las 17 hs, en la Iglesia «Del Centro» correspondiente al Ministerio «El Camino».
Un matrimonio fue nombrado Evangelista y también se ungió con la autoridad de Diaconos y diaconisas.
La Iglesia está ubicada en Calle 15 A N° 4640 entre Lisandro de La Torre a media cuadra de la Estacion de Berazategui.
Hechos 6:1-7 RVR1960
[1] En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. [2] Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. [3] Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. [4] Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. [5] Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; [6] a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. [7] Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.