El Banco Mundial modificó la proyección de crecimiento prevista para la Argentina para 2023, al reducirla del 2% inicial al 0%, en base a los nuevos datos dados a conocer por el organismo multilateral.
Las nuevas proyecciones para este año, que significan una reducción de dos puntos porcentuales respecto de la última estimación, realizadas hace seis meses, fueron dadas a conocer por William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe.
Maloney presentó el informe económico del Banco Mundial «El potencial de la integración – oportunidades en una economía global cambiante», que examina las perspectivas de crecimiento de la región y los retos a los que se enfrenta en el corto plazo.
En cuanto a las perspectivas de crecimiento para la Argentina, Maloney expresó que la nueva proyección del organismo para este año es de 0%, y «luego en 2024 volvería a crecer un 2%».
El funcionario del organismo deslizó que, entre las causas de dicho comportamiento, la fuerte sequía que sufrió el país “refleja la necesidad de mitigar las altas temperaturas, que tienen un efecto sobre el crecimiento de países como la Argentina”. «Claramente la Argentina tiene muchas cuestiones por resolver», agregó Maloney.
Respecto del pronóstico para la inflación, el directivo dijo que «apoyamos el programa con el FMI en este punto y esperamos que se pueda garantizar una macroestabilidad».
En este sentido agregó que, para aumentar la inversión, «la estabilidad macroecónomica es un requisito para que fluyan capitales a la región, no solo capital del exterior sino que la actividad comercial sea posible para los locales», expresó.
En cuanto a la región, la entidad estimó que la economía de Chile registrará una caída de -0,7%; mientras que Brasil crecerá 0,8%, México, +1,5%; Uruguay, +1,8%; y Paraguay, +4,8%, entre otros países de la región.
Advirtió también que “los flujos de inversión se ha reducido desde 2011 en un 50% a la región y se está integrando un poco menos. Esto se ve en el ingreso per cápita de la región, frente a los países del sudeste asiático”.
En este sentido, sugirió a los países de la región “aprovechar la tendencia verde, con productos elaborados de manera sustentable porque vamos a ser un exportador de energía verde como hidrógeno y litio”.
“Necesitamos integrarnos más para aprovechar esas ventajas. Estamos menos integrados que el sudeste asiático y el comercio ha declinado desde el 2000, con la excepción de México”, concluyó el directivo del Banco Mundial.